El monasterio Premonstratense de Villoria de Órbigo, se erige como el más significativo dentro de esta orden; fundado en 1243 por Rodrigo Fernández de la Valduerna, su valor se incrementa aún más por quedar tan sólo dos en todo el territorio español, el de Toro en Zamora y el de Villoria.

Fue reconstruido en más de una ocasión. Un incendio de fin de siglo XX acabó con la zona de hospedería y almacenes así como del museo. Fue reconstruida una parte. Tan sólo el arco de la entrada principal permanece desde sus orígenes. Es de estilo románico, en
forma de pórtico, rematado con una cruz de piedra y adornada por dos columnas incrustadas al muro.

Sus antiguas moradoras, las monjas, dedicadas a la oración, han sabido superar dificultades colaborando en la educación de muchas generaciones de niños de 3 a 5 años y también en diversos oficios como la hostelería, encajes, confecciones, tejidos… En diciembre de 2015 las escasas hermanas que aun vivían en este monasterio fueron trasladadas a una residencia en Astorga.

Desde junio de 2018 el convento esta habitado por monjes de la misma orden, que abren sus puertas para la celebración de eucaristías, pudiendo los vecinos acompañarles también en el rezo de la liturgia de las horas.